Os dejo con otra criatura diseñada por El poderoso Crom. A título personal me gusta especialmente cómo ha sabido encajarla en la ambientación de El Reino de la Sombra. Sin embargo, eso no debería ser problema para trasladarla a cualquier otra partida de fantasía o terror.
Rapax, carroñeros malditos (39 puntos)
-Yo
antes como tú, sí... Sano y feliz, sí. Yo ahora comerte, sí.
De los
laboratorios de Viis no solo surgieron los gigantes azules, que
podríamos considerar su “obra” más perfecta y equilibrada, sino
también horrores balbuceantes, la mayoría de las veces ejemplares
escasos o únicos que no vivían más que unos pocos días. Pero a
veces las pesadillas que Viis traía al mundo para complacer al Rey
Dios sobrevivían: los rapax son una de esas excepciones.
Burdas y tétricas
mezclas de humano y águila, los rapax fueron creados como burla a los
nobles alghinad, un insulto a su gracia y pureza. Y una forma
excelente de mandar un mensaje a sus opositores, de recordarles qué
sucedía a quien osaba ponerle en duda como señor de Valsorth.
El Rey Dios los
empleó con ligereza durante sus años de dominación, ya que eran
instrumentos ideales para sembrar el miedo; se hicieron tristemente
famosos durante los 9 meses que duró la campaña en las Kehalas al
atacar desde los cielos en mitad de la noche.
Sin duda la visión
del delgado y demacrado cuerpo desnudo en la nieve, con esa cabeza de
ave de retorcido pico, esas antinaturales y lechosas alas con plumas
negras que se mueve a trompicones sobre dos piernas raquíticas, y esa
voz, como un lamento o una maldición, bastaba para provocar
pesadillas al soldado más pintado. Cuando los Doce Arcanos
encerraron al nigromante estas monstruosidades se dispersaron,
ocultándose y sobreviviendo.
Hoy en día los
últimos rapax viven en las Kehalas, donde el duro entorno y las
bajas temperaturas son de su agrado. Algunos grupos sobreviven en
viejas fortificaciones de cuando su amo reinaba, otros optan por
construir nidos en las zonas más altas; sea como sea realizan razzias
periódicas sobre sus vecinos, a veces para comérselos, otras, ya muy
raramente, para hacerles ingerir los últimos viales del bebedizo
inventado por Viis... y así poder perpetuar la especie.
La historia de
terror de los rapax está lejos de terminar.
Tipo de criatura: humanoide monstruoso
mediano.
Características (1): Fuerza 10 (+0),
Destreza 16 (+3), Constitución 10 (+0), Inteligencia 7 (-2),
Sabiduría 8 (-1), Carisma 12 (+1).
Rasgos raciales (18): Aparición horrenda 3, Arma natural (Pico) 4, Ataque al vuelo, Competencias
limitadas, Desgarramiento, Inmunidad (frío), Olfato
animal 1, Vista de águila, Volar 4.
Habilidades (10): Atención +7, Atletismo
+5, Averiguar intenciones +2, Buscar +7, Idiomas 2 (una versión bastarda
del stumlades y su propia jerga aviar), Intimidar +5, Sigilo +5,
Supervivencia +6.
Bonificaciones (10): Ataque +5, Fortaleza +3,
Reflejos +6, Voluntad +1
Combate: Iniciativa +6, Velocidad 9 m (terrestre) y 24 m
(volando), Defensa 16 (desprevenido 13), Picotazo +5 (1d10),
Derribar +5, Presa +2
Salud: Puntos de resistencia 26, Umbral
de herida grave 8.